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<p>Salem ya no es el de los juicios por brujería. De hecho, el Salem de los smartphones es mucho peor. El hackeo y la publicación de buena parte de la información íntima de sus ciudadanos hará que la gente de Salem pierda los papeles, desencadenando una ola de violencia que termina arrastrando a cuatro chicas, acusadas de estar detrás de este hurto cibernético y perseguidas como si fuesen brujas de nuestros tiempos.</p>
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